Los sindicatos de clase, CC.OO. y UGT, han convocado para el próximo 29 de marzo la primera huelga general de la era Rajoy. La movilización viene motivada, fundamentalmente, por la reforma laboral aprobada por el Gobierno, y que, según los convocantes, representa el mayor retroceso de los derechos laborales en España.
Esta opinión es defendida no sólo por UGT, CC.OO. y fuerzas políticas de la izquierda, ya que, por ejemplo, La Juventud Obrera Cristiana (JOC) y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), entidades vinculadas al mundo laboral que forman parte de la Iglesia Católica, también rechazaron la reforma laboral del Partido Popular. En un comunicado emitido el 16 de febrero, estas asociaciones señalaban, entre otras cosas, que: «no podemos seguir flexibilizando las relaciones laborales sin garantizar la seguridad de una vida digna para las personas trabajadoras y sus familias. Y esta reforma se lleva a cabo en un contexto de quiebra del Estado del Bienestar, de reducción del Sector Público y de recortes de los servicios y prestaciones sin precedentes».
Una reforma que discrimina
La secretaria general de Comisiones Obreras en el Camp de Morvedre y el Alto Palancia, Begoña Cortijo, resalta que la nueva reforma laboral es discrimitatoria para un determinado colectivo, como son los parados mayores de 30 años que no perciben prestación por desempleo: «Si a una empresa le va a costar un trabajador de menos de 30 años, con todas las bonificaciones, alrededor de un tercio menos de lo que le costaría si es mayor de 30 años y no cobra el desempleo, está claro que esa empresa, cuando pase el tiempo legalmente necesario para no perder esa subvención, tirará a este empleado y contratará a otro, para seguir percibiendo todas estas ayudas del Estado».
En este sentido, Cortijo incide: «el trabajador que esté desempleado y se le haya agotado la prestación, como no tenga menos de 30 años, las va a pasar canutas. Con la nueva reforma laboral, estar en el desempleo sin cobrar la prestación es una desgracia para el trabajador porque no lo va a querer nadie y, si es mayor de 30 años, ya, ni te cuento. A ese millón largo de trabajadores que están en desempleo y que ya han agotado la prestación, los han condenado con la nueva regulación».
Este trasiego está pensado, según aclara Cortijo, para puestos que no requieren ninguna preparación: «Estamos hablando de puestos de trabajo sin ninguna cualificación, reponedores, camareros, repartidores. Esta normativa permitirá el acceso de los jóvenes al mercado laboral en unas condiciones muy precarias. Y la gente con mayor edad, que son las que normalmente tienen cargas familiares, van a estar abocadas a una situación muy desesperante, sobre todo los que ya están desempleados y sin percibir la prestación».
Favorecer a los grandes empresarios
No tiene ninguna duda Begoña Cortijo de que esta reforma laboral está pensada para favorecer a un determinado grupo empresarial: «Todo esto va a beneficiar a los grandes empresarios españoles que de una u otra forma han estado vinculados a la burbuja inmobiliaria y que ahora se dedican a prestaciones de servicios públicos y que tienen mucha mano de obra. Me refiero a los que gestionan residencias de tercera edad, empresas de limpieza que trabajan para el sector público, además de grandes superficies y, en general, aquellas grandes empresas que requieren personal para labores sin cualificación».
Éxito en la convocatoria
La dirigente de Comisiones, Begoña Cortijo, pronostica el éxito total en el paro del 29 de marzo: «La expectativa en la zona de Sagunto es que cierren todos los sectores, evidentemente. El 29-M Sagunto para, sí o sí».
Asegura la líder sindical que, desde este sindicato, trabajan activamente para garantizar que el paro se extienda por todas las actividades: «Vamos a mantener reuniones con todos los sectores. Nuestra intención es hablar, además, con los comerciantes, porque pensamos que esta reforma va a afectar de manera muy importante a los pequeños comerciantes. Nosotros les vamos a explicar que esta reforma no les va a aliviar a ellos, sino todo lo contrario. Porque cuando a los asalariados y al empleado público le bajas las retribuciones y le suben los impuestos, el consumo es menor y, por tanto, los autónomos, el comercio tradicional, los talleres y las empresas pequeñas se van a ver afectadas porque el consumo va a ser mucho más bajo».
En esta línea argumental, Cortijo subraya que el perjuicio para los comerciantes va a ser doble: «las grandes superficies, que sí se van a ver muy beneficiadas por la reforma laboral, en tanto en cuanto propicia el abaratamiento de la mano de obra, van a asfixiar todavía más al comercio tradicional, porque van a poder contratar a gente joven, de menos de 30 años, con unas bonificaciones impresionantes, y, a costa de pagarle mucho menos a los trabajadores, podrán ser más competitivas».
Por otro lado, Cortijo sale al paso de las criticas que se están lanzando desde el PP y su entorno porque se haya convocado la huelga: «¿Alguien ha pensado que hemos convocado una huelga general para crear empleo? Hacemos una huelga general para evitar que esto siga adelante, para protestar por esta agresión. Además, es muy responsable decirle al Gobierno que por ese camino no va bien. Hay gente que dice que no sirve para nada hacer una huelga general, lo que no sirve es quedarse en casa. Lo que los sindicatos no vamos a hacer es eso, quedarnos en casa esperando, cada cuatro años, a votar. Probablemente por eso estamos recibiendo tanto ataque. Dicen que los sindicatos están acabados, que no representan a nadie. Si estamos tan acabados, no representamos a nadie y no significamos nada, la huelga general no saldrá. Pero, por qué están tan rabiosos con nuestras propuestas si realmente es cierto que no representamos a nadie y no estamos legitimados. Lo que están demostrando con todos estos ataques es que sí somos un peligro para ellos porque estamos diciendo que no, que por esa vía no. Porque por esa vía enriqueces a unos pocos y empobreces a muchísimos y nuestra labor, como sindicato, es de no limitarse a poner cada cuatro años una papeleta en la urna, sino hacer de contrapeso».
Señalar por último que la dirigente sindical, Begoña Cortijo, augura, tras el 29-M, un futuro de confrontación social creciente: «Con esta reforma no hay diálogo y si nos quitan el diálogo y la posibilidad de buscar entre todos un consenso, lo único que nos dejan es el conflicto, que vean ellos lo que nos han dejado y qué responsabilidad tienen en eso. Los sindicatos, mal que les pese a estos señores, están vivos, respiran y van a respirar con fuerza. Para nosotros el 29 de marzo no es el final, es el principio. Lo que vamos a hacer es estar muy vigilantes de cómo se aplica esta reforma para paralizar la imposición de estas medidas de manera abusiva. Y yo creo que el 29-M es el comienzo. Vamos a ser la mosca cojonera contra la reforma laboral, porque nos están quitando los derechos que nos legaron nuestros mayores, después de muchos años de sacrificio y de lucha obrera».
Esta opinión es defendida no sólo por UGT, CC.OO. y fuerzas políticas de la izquierda, ya que, por ejemplo, La Juventud Obrera Cristiana (JOC) y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), entidades vinculadas al mundo laboral que forman parte de la Iglesia Católica, también rechazaron la reforma laboral del Partido Popular. En un comunicado emitido el 16 de febrero, estas asociaciones señalaban, entre otras cosas, que: «no podemos seguir flexibilizando las relaciones laborales sin garantizar la seguridad de una vida digna para las personas trabajadoras y sus familias. Y esta reforma se lleva a cabo en un contexto de quiebra del Estado del Bienestar, de reducción del Sector Público y de recortes de los servicios y prestaciones sin precedentes».
Una reforma que discrimina
La secretaria general de Comisiones Obreras en el Camp de Morvedre y el Alto Palancia, Begoña Cortijo, resalta que la nueva reforma laboral es discrimitatoria para un determinado colectivo, como son los parados mayores de 30 años que no perciben prestación por desempleo: «Si a una empresa le va a costar un trabajador de menos de 30 años, con todas las bonificaciones, alrededor de un tercio menos de lo que le costaría si es mayor de 30 años y no cobra el desempleo, está claro que esa empresa, cuando pase el tiempo legalmente necesario para no perder esa subvención, tirará a este empleado y contratará a otro, para seguir percibiendo todas estas ayudas del Estado».
En este sentido, Cortijo incide: «el trabajador que esté desempleado y se le haya agotado la prestación, como no tenga menos de 30 años, las va a pasar canutas. Con la nueva reforma laboral, estar en el desempleo sin cobrar la prestación es una desgracia para el trabajador porque no lo va a querer nadie y, si es mayor de 30 años, ya, ni te cuento. A ese millón largo de trabajadores que están en desempleo y que ya han agotado la prestación, los han condenado con la nueva regulación».
Este trasiego está pensado, según aclara Cortijo, para puestos que no requieren ninguna preparación: «Estamos hablando de puestos de trabajo sin ninguna cualificación, reponedores, camareros, repartidores. Esta normativa permitirá el acceso de los jóvenes al mercado laboral en unas condiciones muy precarias. Y la gente con mayor edad, que son las que normalmente tienen cargas familiares, van a estar abocadas a una situación muy desesperante, sobre todo los que ya están desempleados y sin percibir la prestación».
Favorecer a los grandes empresarios
No tiene ninguna duda Begoña Cortijo de que esta reforma laboral está pensada para favorecer a un determinado grupo empresarial: «Todo esto va a beneficiar a los grandes empresarios españoles que de una u otra forma han estado vinculados a la burbuja inmobiliaria y que ahora se dedican a prestaciones de servicios públicos y que tienen mucha mano de obra. Me refiero a los que gestionan residencias de tercera edad, empresas de limpieza que trabajan para el sector público, además de grandes superficies y, en general, aquellas grandes empresas que requieren personal para labores sin cualificación».
Éxito en la convocatoria
La dirigente de Comisiones, Begoña Cortijo, pronostica el éxito total en el paro del 29 de marzo: «La expectativa en la zona de Sagunto es que cierren todos los sectores, evidentemente. El 29-M Sagunto para, sí o sí».
Asegura la líder sindical que, desde este sindicato, trabajan activamente para garantizar que el paro se extienda por todas las actividades: «Vamos a mantener reuniones con todos los sectores. Nuestra intención es hablar, además, con los comerciantes, porque pensamos que esta reforma va a afectar de manera muy importante a los pequeños comerciantes. Nosotros les vamos a explicar que esta reforma no les va a aliviar a ellos, sino todo lo contrario. Porque cuando a los asalariados y al empleado público le bajas las retribuciones y le suben los impuestos, el consumo es menor y, por tanto, los autónomos, el comercio tradicional, los talleres y las empresas pequeñas se van a ver afectadas porque el consumo va a ser mucho más bajo».
En esta línea argumental, Cortijo subraya que el perjuicio para los comerciantes va a ser doble: «las grandes superficies, que sí se van a ver muy beneficiadas por la reforma laboral, en tanto en cuanto propicia el abaratamiento de la mano de obra, van a asfixiar todavía más al comercio tradicional, porque van a poder contratar a gente joven, de menos de 30 años, con unas bonificaciones impresionantes, y, a costa de pagarle mucho menos a los trabajadores, podrán ser más competitivas».
Por otro lado, Cortijo sale al paso de las criticas que se están lanzando desde el PP y su entorno porque se haya convocado la huelga: «¿Alguien ha pensado que hemos convocado una huelga general para crear empleo? Hacemos una huelga general para evitar que esto siga adelante, para protestar por esta agresión. Además, es muy responsable decirle al Gobierno que por ese camino no va bien. Hay gente que dice que no sirve para nada hacer una huelga general, lo que no sirve es quedarse en casa. Lo que los sindicatos no vamos a hacer es eso, quedarnos en casa esperando, cada cuatro años, a votar. Probablemente por eso estamos recibiendo tanto ataque. Dicen que los sindicatos están acabados, que no representan a nadie. Si estamos tan acabados, no representamos a nadie y no significamos nada, la huelga general no saldrá. Pero, por qué están tan rabiosos con nuestras propuestas si realmente es cierto que no representamos a nadie y no estamos legitimados. Lo que están demostrando con todos estos ataques es que sí somos un peligro para ellos porque estamos diciendo que no, que por esa vía no. Porque por esa vía enriqueces a unos pocos y empobreces a muchísimos y nuestra labor, como sindicato, es de no limitarse a poner cada cuatro años una papeleta en la urna, sino hacer de contrapeso».
Señalar por último que la dirigente sindical, Begoña Cortijo, augura, tras el 29-M, un futuro de confrontación social creciente: «Con esta reforma no hay diálogo y si nos quitan el diálogo y la posibilidad de buscar entre todos un consenso, lo único que nos dejan es el conflicto, que vean ellos lo que nos han dejado y qué responsabilidad tienen en eso. Los sindicatos, mal que les pese a estos señores, están vivos, respiran y van a respirar con fuerza. Para nosotros el 29 de marzo no es el final, es el principio. Lo que vamos a hacer es estar muy vigilantes de cómo se aplica esta reforma para paralizar la imposición de estas medidas de manera abusiva. Y yo creo que el 29-M es el comienzo. Vamos a ser la mosca cojonera contra la reforma laboral, porque nos están quitando los derechos que nos legaron nuestros mayores, después de muchos años de sacrificio y de lucha obrera».
Fuente: eleconomico.es

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